Su andar sin prisa le permitía disfrutar del paisaje, los aromas, la brisa y el sol tibio de la tarde. La sensación de bienestar la hacía sentir feliz.
Por un momento, se hizo hacia el lado derecho del sendero para reconocer una de las plantas (casi reconocía su perfume) y al darse vuelta nuevamente vió frente a ella un tigre.
La mujer quedó paralizada por unos segundos ante la amenaza frente a ella: el tigre la estaba mirando fijamente a los ojos con toda su energía. Para él, ella también era un peligro y estaba dispuesto a atacarla; pero en el fondo, ella creía en la bondad del corazón del tigre y esperaba que no la lastimara.
Ella sentía miedo y sin embargo lo único que hizo fue mirarlo a los ojos y darle seguridad, para que entendiera que ella no era una amenaza... sino que los dos estaban solos en el bosque y podrían hacerse compañía.
Lentamente el tigre cambió su postura de ataque, se hizo hacia atrás y mientras que la mujer lo seguía mirando con su amor y generosidad, el tigre se fue convirtiendo en un hombre.
Hombre y mujer, ahora comenzaron a caminar juntos, a disfrutar del bosque celebrando las bondades del universo, el amor.
Ella camina junto él, sabe que ahora él la protege de los peligros del bosque... ya que lo conoce como nadie y todos los animales lo respetan.
Aún así, ella sigue teniendo miedo de que el hombre vuelva a ser tigre -ya que está en su esencia- y sin poder evitarlo, la ataque.
2 comentarios:
Aclaro que es una parte de mi sueño del sábado... sigue, pero es un delirio!!
Algún analista??
Muchas frases hechas se pueden agragar a este relato... el miedo es el enemigo del amor, quien no arriesga no gana... y bla bla bla, lo que sì es cierto es que el inconciente puede ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo! Besos! Mime
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